Mientras los arquitectos modernistas se liberaban de la arquitectura vernacular y desarrollaban un estilo internacional homogéneo, muchos de ellos generaron espacios estériles y lugares inhabitables con la calidez decorativa de las formas históricas del habitar humano. Las reacciones negativas a la brutalidad de los espacios modernistas animaron movimientos arquitectónicos como el postmodernismo y el deconstructivismo, pero éstos nunca lograron usurparle al cubo racional modernista su título de paradigma arquitectónico dominante.
Sin embargo, la intensionada precisión similar a las máquinas de estos edificios, con el tiempo, a menudo se han humanizado involuntariamente, a través de la adición de cortinas, colores, o incluso a través de quiebres accidentales y reparaciones imperfectas o alteraciones. Creo que la construcción sobre la base de los éxitos y fracasos de la modernidad, ha dado lugar a un estilo arquitectónico nuevo y previamente no clasificado: el Pixelismo. Descubre de que se trata este nuevo fenómeno después del salto.
Auge de la Arquitectura Moderna
En un mundo revolucionado por el cambio del trabajo manual a la gran escala industrial, y por las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, los arquitectos se encontraban trabajando en un nuevo entorno cultural; y con una paleta de materiales y técnicas nuevas de construcción. Figuras icónicas como Le Corbusier y Mies van der Rohe, fueron influenciados por los procesos industriales y nuevos materiales como el acero y el hormigón armado, para crear un estilo arquitectónico moderno.
Uno de los productos notables de la arquitectura moderna, fueron los proyectos de vivienda social a gran escala, como Pruitt-Igoe en St. Louis; que se cita a menudo como un fracaso del período estilístico. Los enormes e inhóspitos proyectos, a menudo generaban ambientes desagradables (e incluso peligrosos) debido a un sentimiento de alienación causada por los grandes complejos habitacionales homogeneos. Cuando muchos de estos proyectos fallidos fueron demolidos, la personalización de los residentes dentro de las unidades quedó expuesta; la manifestación física de los humanos de diferenciarse unos de otros. Un ejemplo de esto se observó durante el seguimiento de la demolición de las torres Rabot en Bélgica, donde la eliminación de los paneles de fachada reveló los espacios interiores pintados de vivos colores, generando una especie de obra de arte abstracto.
Respuestas a la Arquitectura Moderna
Hubo una serie de movimientos estilísticos arquitectónicos que evitaron la brutalidad de la modernidad: en primer lugar, y lo más notorio al respecto, fueron los exagerados históricamente inspirados gestos formales de los postmodernistas, que buscaban evocar la grandeza y humanidad de estilos arquitectónicos clásicos, como un movimiento desafiante contra su percepción de la arquitectura moderna como insípido y sin espíritu.
Los resultados, frecuentemente de mal gusto, alcanzados por el irónico estilo arquitectónico de la rebelión posmoderna, han motivado a una generación posterior de arquitectos, para crear composiciones arquitectónicas desmontadas de Deconstructivismo y con las formas amorfas de la Blobitectura. Estas estructuras son capaces de recrear el estilo ornamental de un edificio clásico (algo evitado por la teoría modernista) dentro de un vocabulario contemporáneo.
Pixelismo: ¿dejando a la Arquitectura Moderna en el pasado?
Sin embargo, ninguno de estos intentos de reforma estilística tuvo un éxito real para desplazar a la arquitectura moderna como movimiento dominante en la arquitectura, ya que se produce una descendencia mutada de la arquitectura moderna, que continua infiltrándose sutilmente en el campo. Muchas ventajas de la modernidad, tales como la eficiencia y la pureza estructural (la forma sigue a la función), todavía son convincentes en el contexto arquitectónico contemporáneo. Pero los arquitectos tuvieron que encontrar una manera de humanizar estas estructuras racionales, para evitar la alienación generada a menudo por la arquitectura moderna en el pasado.
La generación actual de arquitectos está obsesionada con ser diferente, aunque dentro de un marco subyacente en gran parte modernista, y el paradigma de la arquitectura contemporánea se expande en los conceptos básicos de la teoría modernista como una mutación, en lugar de un estilo reaccionario. Los arquitectos han comenzado a aprovechar el poder de las abstracciones aparentemente al azar, sin embargo, las abstracciones son una manera de transmitir la información, la identidad y la individualidad.
Los volúmenes ininterrumpidos y la grilla opresiva de las estructuras modernistas, se convierten en una celebración de las diferencias y texturas. De repente se integran irregularidades sin mostrar sumisión, y la monotonía de los idealistas, en última instancia sin encanto, de los planes urbanísticos de Le Corbusier y Hilberseimer se distorsionan para promover la diferenciación, aunque la constitución subyacente sigue siendo igual. El Pixelismo, a pesar de estar basado en la arquitectura moderna, abraza a la heterogeneidad, en lugar de ocultar los contenidos de una civilización urbana diversa detrás, de fachadas y planificaciones serias y homogéneas.
Nuestra civilización está experimentando un cambio radical de proporciones similares a la revolución industrial que generó un nuevo ecosistema cultural en el que nació la arquitectura modernista; en un mundo digital con la tecnología en desarrollo de manera exponencial. El Pixelismo da una idea de lo que la arquitectura (o una ciudad) podría ser, si nosotros como arquitectos, realmente empezáramos a dejar atrás el modernista status-quo.
Jonathan Choe es diseñador arquitectónico en WOHA, artista, urbanista, bloggero, y paisajista (AKA Singapore). Este artículo se publicó incialmente en su sitio web, urbanARCHnow.com